6.19.2010

Yo amo a táriba, pero sus corridas de toros me rompen el corazón.

Por Miguel Torres

Yo miguel Torres, nacido en la antigua maternidad de táriba, la que ahora es el centro comercial raíces

Amo a táriba con todo mi corazón, viví en táriba por largos 15
años, donde siempre ha vivido toda mi familia, disfrutando de muchos atractivos como la mayoría de ustedes, como por ejemplo el faro, el tobogán, el samán de la plazuela, entre otros tantos.

Viví la experiencia de compartir en el liceo y en el parque 12 de febrero, vi la banda show que practicaba en la plaza "roja", y siempre esperaba que llegara semana santa para poder ver los "encapuchados" de las cofradías.

Madurando en las calles de táriba, estudiando en las calles de táriba, quemando años viejos en diciembre en las calles de táriba, arreglando las bicicletas en la tienda de Freddy, esto nos convierte en taribeños, orgullosos de haber nacido en una de la mas espectacular mini ciudad que tiene Táchira, con sus tradiciones, y diversas culturas.

Disfrutando del club Táchira juvenil, los dulces de los kiosquitos; siempre rodeado de personas amables, y dispuestas a ayudar a los demás, como sucedió en muchas vendimias que recuerdo de mi infancia o en muchas visitas al hospital san Antonio para alegrarles un día a los abuelos y abuelas que se encuentran en las instalaciones...

Lastimosamente dañamos toda hermosura de un pueblito lindo, con crueles tradiciones viejas y caducadas, que incomodan a sus habitantes.

Al preguntar sobre la plaza de toros a nadie le gusta opinar, esta se ha convertido en un establecimiento donde año tras año se realizan las peores escenas sangrientas que ha vivido táriba.

Ferias donde el motor es la alegría y el amor, donde las festividades son para la virgen de la
Consolación, se convierten en una barbarie donde reina el sadismo y la sangre, gracias a una cultura que no respeta la vida y la integridad de un animal.


El nacer en táriba y el crecer en esta parte del municipio Cárdenas me rompe el corazón al ver como un grupo minúsculo de personas aun se reúnen para ver sufrir a un animal en el ruedo, y peor aún, entrenar a sus hijos para formar parte de este cruel y primitivo espectáculo, el cual no solo yo, sino muchos adolecentes y adultos taribeños repudiamos.


¿Cuánta más sangre será derramada por la virgen de la Consolación?

Las corridas de toros rompen el corazón de todos los taribeños nacidos y criados en este hermoso espacio del estado Táchira, donde la cordialidad y amabilidad se ve todos los días, que en los días del mes de agosto, en vez de llenar a táriba de orgullo lo llena de tristeza, al observar con ojos de nostalgia las corridas de toros, llenas de sadismo y barbarie, para saciar su sed de violencia...

Este mundo cambia así como cambia su forma de ver la vida y este acto ha dejado de ser un festejo popular, para ser considerado una tortura animal, así como en su momento ocurrió con la esclavitud.

Las corridas de toros no son bienvenidas en táriba, este es un pueblo de vida, que año a año se convierte un pueblo y una feria de muerte.

Yo amo a táriba, pero sus corridas de toros me rompen el corazón.


1 comentario:

Jose Antonio Torres dijo...

Y lo peor y mas lamentable es que las ferias se han convertido en solo eso, ya no es la antigua feria que amabamos en la que se montaban los kiosquitos en la plaza y vendian los dulces, O cuando se llenaban los festejos yayita jaja que recuerdos de stands para venderte cualquier vaina y los juegos en la plaza roja, la misma de la banda y los patinetetos...ahora todo es en torno a la plaza y a su mal llamada cultura taurina, por eso la feria de tariba tecnicamente ha muerto

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