Valencia, España. Según las estadísticas de la Consejería de Gobernación de la Generalitat Valenciana, entre enero y agosto de 2011 se han hecho 370 fiestas de toros en la calle más que en mismo periodo del año anterior. El total es de 4.387 actos organizados de maltrato en la calle: vaquillas, toros, embolados, con cuerda, con puntas, etc.
Sin contar seguro y ambulancia, y sólo si los animales torturados son alquilados, una tarde de vaquillas cuesta alrededor de 1.000 €, y una jornada completa con toro por la noche se sitúa alrededor de los 3.800 €. Es decir, que el total gastado está muy, muy por encima del 4'3 millones de euros en dos tercios de un año de crisis económica como es el 2011.
El mismo día, hemos sabido que dimitía la cúpula científica del centro de investigación Príncipe Felipe de Valencia. El motivo ha sido la supresión del programa de medicina regenerativa por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, dotado con 1'75 millones de euros. El Ministerio, que comunicó esta decisión en junio, alega que la Generalitat Valenciana incumple el pacto de estabilidad sobre déficit y deuda pública.
El movimiento animalista ha sido atacado por sus críticas a las prácticas generalizadas de vivisección al Príncipe Felipe, críticas que señalaban, demagógicamente, hacia las personas enfermas que esperan nuevas respuestas médicas. Pero el animalismo, partidario del progreso y la investigación sobre bases éticas, rechaza que el lamentable espectáculo de los toros sea una prioridad que chupa millones y millones de euros de las arcas públicas a través de subvenciones y ayudas de todo tipo que llegan, a pesar de los intentos de negación de las asociaciones taurinas, de todas las administraciones (local, provincial, autonómica y estatal) y que contribuye injustificadamente a la multiplicación del déficit y la deuda. Una prioridad que pasa por delante de la investigación científica, como ha quedado patente.
También hemos sabido que, el día 3 de septiembre, se suspendió la corrida de toros anunciada en Requena, y que contaba con un cartel importante (El Cordobés, El Fandi y David Mora). El motivo oficial fue el mal estado de la plaza por la lluvia, pero hay testimonios que cuestionan este motivo y apuntan que la venta de localidades estaba por debajo de la mitad del aforo y que, en caso de haberse celebrado , la organización habría sufrido fuertes pérdidas. Es otro ejemplo de que sin dinero público, la tortura taurina es inviable en todas sus formas.
Y también hemos sabido que el toro Ratón, con un currículo de 2 personas muertas y 5 heridas, genera gran expectación e incluso moviliza medios de comunicación extranjeros. El morbo forma parte de la fiesta, que continúa chupando dinero enviando un montón de personas heridas en una sanidad cada vez más deteriorada y abandonada con la excusa de la crisis.
Esta es la realidad, y se puede conocer con un solo diario en las manos. Toda la información estaba, en secciones diferentes, en el diario Las Provincias de Valencia del, 07.09.2011
Fuente: lahaine.org
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