Venezuela Antitaurina: Nicolás Álvarez: "No pensé que tendría ese resultado"

4.28.2009

Nicolás Álvarez: "No pensé que tendría ese resultado"

Por Patricia Marcano para Últimas Noticias 26 de abril de 2009

Nicolás Álvarez se presenta como un ciudadano común, no pertenece a ninguna asociación protectora de animales, pero apoya la defensa de la vida de estos seres.

El pasado martes 21 ejerció un derecho de palabra ante el concejo municipal de Libertador, donde presentó tres solicitudes: el pronunciamiento de los concejales rechazando las corridas de toros en la plaza del Nuevo Circo; respaldo al núcleo de desarrollo endógeno Nuevo Circo Artístico, que ahora funciona allí; que el coso sea declarado espacio para la cultura y libre de torturas; y que se declare al municipio Libertador como antitaurino, explicó Álvarez.

La motivación surgió luego de leer, en un diario nacional, una columna donde se hablaba de los espectáculos taurinos y la espera de que sean autorizados en el Nuevo Circo. Acudió a Aproa para asesorarse y a nombre de su presidenta propuso la declaración antitaurina. Tras ser escuchado por los concejales, la cámara aprobó ese mismo día sus solicitudes.

Esperan que esta semana se publique en Gaceta municipal.

"No pensé que tendría ese resultado", dijo ayer en una concentración en apoyo a la Ley de Protección Animal. Caracas será la primera capital en declararse antitaurina, la segunda ciudad del país y la quinta del continente en hacerlo.

2 comentarios:

keiberling dijo...: hola nicolas es yamilet.... mira no me enviastes.... el plan operativo que debemos entregar mañana...; 12/10/09, 12:27
keiberling dijo...: hola nicolas es yamilet... no me pasastes lo del plan operativo que debemos entregar mañana...; 12/10/09, 12:29

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ARGUMENTOS DE LOS TAURINOS

“El toreo es cultura”. Si se alude a las costumbres de una época o un pueblo, efectivamente el toreo es cultura, como cultura eran, también los combates a muerte entre gladiadores y no hay razón para defender la pervivencia de tan bárbaras costumbres. Pero si por cultura quiere entenderse el afinar las facultades intelectuales, nada hay de cultura en torturar y matar animales. Y que algunos personajes tenidos como cultos sean defensores de las corridas tampoco significa nada. Se puede ser profesor de ética por las mañanas, y despreciable estafador por las tardes.

“El toreo es arte”. ¿Se refiere a haber servido de tema a diferentes artistas? También se han realizado espléndidas obras sobre las guerras o el martirio de los santos, y no por ello son costumbres a conservar. Ahora bien, si por arte se entiende la habilidad para hacer una cosa, torear puede ser un arte, lo mismo será arte pilotar una moto, arte levantar una pared de ladrillos, arte robar carteras y arte practicar la tortura china.

“El toreo es tradición”. En la actualidad nos horroriza la tradición de algunos países africanos de extirpar el clítoris a las niñas. También hemos oído hablar en el pasado de otras prácticas monstruosas como la quema de herejes, o la esclavitud. Por ello el argumento de que algo por el simple hecho de ser tradición merece ser conservado, carece de cualquier fundamento.

“Sin el toreo, desaparecería el toro”. Como el ecologismo está de moda, los taurinos se fingen hipócritamente conservacionistas. Pero, del mismo modo que hoy se preserva al lince Ibérico, o a la vaca Tudanca, nadie consentiría que el toro de lidia desapareciese. En Polonia, por ejemplo, se conservan manadas de bisontes, que la Comunidad Europea vela con exquisito mimo, pese a que no renten beneficio alguno.

“El toreo genera mucho dinero”. Dinero que sale de nuestros impuestos para lucro de ganaderos, aristócratas, terratenientes, apoderados, empresarios y toreros de fama. Millones de euros que se desvían incluso de las subvenciones europeas. Por cierto, también genera mucho dinero el contrabando de armas o el narcotráfico.

“El toreo crea puestos de trabajo”. De los toros sólo vive un puñado de gente. Después del reparto millonario entre empresarios y toreros, los demás trabajadores malviven con sueldos míseros que no incluyen cobertura social, por lo que se dedican a ello de forma esporádica. Los sastres y armeros, no necesitan de la “Fiesta” para seguir ejerciendo su oficio. Lo mismo sucede con los ganaderos: No hay diferencia mayor entre criar toros o vacas lecheras. Sólo quedan los toreros, que no son tantos, y pueden dedicarse como el resto de la gente, a vivir de un trabajo digno, y no de la tortura de animales.