Si el Parlamento de Cataluña prohíbe las corridas de toros en La Monumental no será por culpa del PP. Ni de Ciutadans. Ni del PSC. Los socialistas catalanes, con José Montilla a la cabeza, no quieren cargar con ese peso sobre los hombros. En la votación –libre y secreta– del pasado viernes para admitir a trámite la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), «unos seis» de los 37 diputados del PSC apoyaron que el proyecto antitaurino siguiera su curso parlamentario. Pero la situación va a cambiar una vez que se inicien los trabajos en la comisión de Medio Ambiente, puesto que los socialistas actuarán como un bloque con el objetivo de no permitir la abolición. Tendrán que ser los diputados de CiU los que liquiden las corridas alinéandose con ERC e ICV.
Punto de encuentro
¿Preocupa la minoría de diputados socialistas antitaurinos al PSC? «No, nuestra gente es muy sensata y estoy seguro de que vamos a lograr fijar una postura común de aquí en adelante, mientras se alargue el debate parlamentario», responde el diputado del PSC David Pérez, el encargado del asunto taurino en su grupo. «Lo que vamos a hacer a partir de ahora es buscar puntos de encuentro con los demás partidos. Y estamos convencidos de que los hay. Muchos más de los que la gente cree a pesar de que el debate es muy enconado», añade.
Pérez no aclara cuáles son estos puntos que merecerán consenso, aunque ya tiene sus ideas. «La Fiesta de los toros siempre ha evolucionado. Incluso el mundo taurino pide reformas», argumenta el diputado socialista. En todo caso, Pérez descarta que edificar el consenso sobre la base de «las corridas portuguesas».
Antes de finalizar el año, los grupos propusieron las comparecencias que ayudarán a elaborar las enmiendas de los grupos parlamentarios. Es probable que cada grupo solicite unas diez, aunque muchas de ellas seguro que coinciden. No faltarán, por supuesto, las entidades animalistas, los empresarios del sector y las organizaciones taurinas.
Pocos días antes del debate parlamentario para admitir a trámite la ILP antitaurina, los sondeos informales daban por seguro la abolición de la Fiesta en Cataluña. La sesión plenaria y la posterior votación evidenció que no hay una mayoría antitaurina tan aplastante como se sospechaba. Al contrario, el proyecto continuó su curso parlamentario por un estrecho margen (59 diputados votaron en contra de la tramitación, 67 a favor, 5 se abstuvieron y 4 tan siquiera votaron). La indefinición de 9 diputados presagia un desenlace lleno de intriga.
Los amantes de la Fiesta confían en poder acudir a la Monumental la próxima temporada. Creen que sus argumentos antiprohibicionistas pueden acabar imponiéndose. Pero todo depende de la orientación del voto de los diputados de CiU.
La formación liderada por Artur Mas dio libertad de voto a sus diputados en la sesión del pasado viernes. Josep Rull asegura que en CiU hay una mayoría antitaurina que supera el 70 por ciento. Algunas fuentes nacionalistas la sitúan en el 80 por ciento. Si esta cifra es cierta, la abolición es segura.
1 comentario:
Me parece muy mal,que el P.S.O.E.(partido soberano osborne español) no de libertad de voto a sus diputados,alla ellos con su conciencia ,y sus sufragios.
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