El torero Luis Francisco Esplá asegura percibir «aromas inquisidores» en el debate antitaurino
MARÍA JESÚS CAÑIZARES | BARCELONA para el Diario ABC
Protaurinos y antitaurinos se enfrentaban de nuevo esta tarde en la última sesión de comparecencias en torno a la polémica Iniciativa Legislativa Popular que pretende abolir los toros en Cataluña. Después de que el proyecto fuera admitido a trámite y a la espera de que llegue su votación final, relevantes figuras de la lidia, la política y la medicina trataron de exponer sus úlitmos argumentos en defensa y en oposición a la continuidad del toreo en la Comunidad. Abc.es ha seguido en directo el acalorado debate:
Jordi Portabella, biólogo y concejal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona: Portabella exihbió un vídeo sobre una corrida en el que se oían los bramidos del toro. "Digan si esos bramidos son de sufrimiento o no". Aseguró que hay subvenciones para las dehesas y el sector taurino, en contra de lo afirmado por el empresario Pere Balañà. Esas ayudas, dijo, se pagan con impuestos de los ciudadanos lo que provoca que "quienes queremos que el toro muera en paz, estamos pagando la Fiesta". Portabella manifestó que, en época de crisis, no deberían cometerse esas frivolidades y que "es una prioridad de la sociedad no infringir sufrimiento innecesario, y eso es extensivo a todas las especies del planeta".
Serafín Marín, torero: Marín, recién llegado de Venezuela y en una intervención en catalán y castellano, dijo que "nunca me imaginé que tuviera que ir al Parlamento catalán a discutir si se prohibe mi profesión". Nacido en Montcada i Reixach (Barcelona), explicó cómo le explicó a sus padres que quería ser torero. "Me advirtieron de la dureza de esta profesión, pero me dieron libertad". Renunció a hablar de pasado, "de si las corridas son catalanas o españolas", sino del presente, de las miles de familias que viven de esta profesión. "Los políticos deben ser conscientes de que sus decisiones pueden afectar a muchas personas", advirtió Marín, quien recordó que "con un solo dedo, ustedes pueden decidir por ley si se prohibe esta profesión o si son los propios ciudadanos quienes lo deciden". Admitió que en Cataluña hay menos corridas, pero también que en el sur de Francia ha crecido la afición. Pidió "respeto y compresión" y a los diputados de CiU, "que reflexionen y que no pasen a la historia por haber decidido la prohibición de esta Fiesta" -CiU ha dado libertad de voto-. Marín pidió a los políticos que recuperen el "seny".
Mónica Frassoni, ex eurodiputada del grupo de los verdes europeos: Frassoni comparó a los toreros con el maltrato a la mujer porque, en su opinión, exhiben un machismo similar ante el toro, "se aplica la misma lógica que cuando un hombre mata a patadas a su mujer". Incluso habló de racismo. Su intervención fue contestada por varios protaurinos que, indignados, abandonaron la sala donde se celebra la Comisión. Frassoni centró el debate en defender la libertad para matar al toro para divertirse o dejarlo tranquilo. En su opinión, la política es una cuestión de prioridades y el tratado de Lisboa, dijo, establece claramente que el bienestar de los animales deben entrar en todas las leyes de los países de la UE.
Las palabras de Mónica Frassoni sobre el machismo en las corridas fueron contestadas por el diputado del PP, Rafael Luna, quien retó a la ex eurodiputada a decir "si los aficionados son violentos, si los toreros son asesinos, si en el fútbol también hay machismo o si los zoológicos o los "correbous" deben ser prohibidos". "Dejen que el progreso avance, pero en libertad y déjenos hacer lo que queramos". Y recordó que también hubo una famosa mujer torera. Albert Rivera (Ciutadans) también reprochó a Massoni sus palabras y advirtió de que no se puede imponer una moral a todo el mundo en un asunto en el que no hay un consenso mayoritario. Incluso la antitaurina Patricia Gomà (ERC) pidió a la compareciente que no juzgue a las personas que se dedican a los toros, sino la actividad. Massoni insistió en que existe una "lógica de dominio, de violencia y de superioridad" en las corridas, aunque precisó que no quiso juzgar moralmente a los aficionados. "Es una diversión que no tiene caso en nuestra sociedad".
Luis Francisco Esplá, torero: Esplá habló de "aromas inquisidores" en el debate sobre las corridas. Rehusó entrar en la discusión sobre el sufrimiento del toro, pues "negarlo es tan absurdo como negar la cultura y el arte que hay detrás de este espectáculo". Comparó al toro con el corredor de fondo, pues ambos resisten gracias a horas de entrenamiento. "Dos horas corriendo acaban con el individuo, Pero si entrena, el corredor de maratón sufrirá pero soportará el agónico esfuerzo. ¿Acaso creen que el hombre nace dotado para el fondo?", preguntó. Añadió que "300 años de tradición han dotado al toro de una especialización inducida por la selección genética, tan metódica como un atleta". Lo contrario "sería una simple matanza casera". Esplá dijo que el toro "muere en actitud de arrogancia, cree que domina las reglas del juego". Apeló al equilibrio, a "la ética del tratamiento del animal". "Jamás abrazaré algo que se me imponga desde la fe ajena. Estoy aquí para insistir en el derecho a sentir de forma diferente La piedad no puede ser administrada por la imposición", dijo Esplá, quien advirtió de que la "prohibición no es el abono idóneo del progreso". Luis Francisco Esplá, que mantuvo un duelo poético con el diputado de ICV Francesc Pané -aunque desde puntos de vista radicalmente diferentes- explicó "nunca he sentido piedad por el toro, porque es mi profesión, es una cuestión de credos, de decisiones en torno a cómo se utiliza la naturaleza". La finalidad, añadió, "no es jugarse la vida, es crear con un elemento que representa las fuerzas de la naturaleza, cuando se desata, surge el caos". "Los toreros somos creadores y usamos el toro como material. Reconocemos la identidad animal", dijo. Si quieren neutralidad, como pidió la diputada Patricia Gomà (ERC), "traiga a un tuareg y pregúntele si le gusta los toros"
Juan Carlos Illera, profesor y director del departamento de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid: Juan Carlos Illera del Portal, quien abordó el estrés y el dolor que, sostiene, sufre el toro durante las distintas fases de la lidia. Illera ha participado en un estudio con 4.780 toros y novillos en el que se analizó la emisión de hormonas. El transporte del animal es lo que genera un estrés mayor, que luego baja al llegar a la plaza. La salida es el momento de mayor tensión, pues son azuzados a salir a un lugar con mucho bullicio y que no conocen. Después los niveles de estrés bajan al habituarse al medio y son inferiores a los del transporte hasta llegar al estoque, en que sube de nuevo. Precisó que en la lidia portuguesa, donde no muere el animal, también hay un enorme estrés. Respecto al dolor, dijo que el toro libera determinadas hormonas que lo mitigan, lo cual no significa que no sufra. A la primera pulla ya se libera metadorfina, 30 veces más que durante un parto humano. El profesor Juan Carlos Illera del Portal insistió en que, incluso sin la muerte del toro, hay espectáculos en los que el animal sufre infartos, como en los encierros y aseguró que sin espectáculos, el toro se extinguiría. "Eso lo tengo claro. El dueño de una dehesa no lo cría porque sí".
Pere Balañà, propietario de la plaza de toros La Monumental de Barcelona: El primer compareciente de la tarde fue el empresario Pere Balañà, quien en calidad de representante de la plaza de toros de La Monumental, manifestó: "Soy catalán, soy empresario y aficionado a los toros". Repasó la larga tradición familiar en el mundo de los toros y criticó el hecho de que los aficionados sean increpados cada vez que van a la plaza y que no puedan llevar a sus hijos a la plaza. También denunció que el colectivo taurino sea considerado como "éticamente inferiores" y defendió su derecho a la libertad, Instó a los diputados a respetar "la pluralidad de pensamiento de todos los que viven en Cataluña".
En respuesta al turno de preguntas de los diputados, en el que la representante de ERC, Patricia Gomà, insistió en hablar en catalán pese a que Illera es madrileño, lo que le valió el reproche del diputado del PP, Rafael Luna, el empresario Pere Balañà aseguró que el número de espectadores ha aumentado desde 2003, aunque por motivos empresariales, decidieron ceder el negocio a un atercera empresa. Advirtió de que, en el supuesto de que la ley dañe sus intereses empresariales "actuaremos en consecuencia" y se acogerán a la disposición de la ILP en la que se contemplan compensaciones económicas a los sectores perjudicados.
También hubo un pequeño enfrentamiento entre los diputados Albert Rivera (Ciutadans) y Francesc Pané (ICV), cuando éste insinuó que debería acudir al Parlament el toro para explicar si sufre o no y el primero recordó la tendencia de los antitaurinos a comparar al hombre y el toro, como es el caso del filósofo Jesús Mosterín, quien en una anterior tanda de comparecencias, comparó el sufrimiento del toro con la ablación de la mujer en algunas tribus africanas.
Abrió la sesión la presidenta de la Comisión, Dolors Clavell, quien salió al paso de la polémica generada por el hecho de que la ILP antitaurina haya tenido tanta repercusión. Aclaró que la ley permite tramitar las iniciativas legislativas populares y que el hecho de que sea la Comisión de Medio Ambiente sea la encargada de debatirla es porque se trata de una cuestión de protección de los animales.
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