Hoy en día la Feria de San Sebastián se liga a eventos taurinos, sin embargo, es luego de la inauguración de la Plaza Monumental (en los 60´s) y con la llegada de “figuras del mundo de los toros” cuando estos eventos alcanzaron mayor relevancia en el marco de la Feria.
Ya se ha dicho hasta el cansancio que el término "fiesta brava" no es un término apropiado, porque no es ninguna fiesta torturar y matar a un animal y por otro lado, el toro está tan confuso y agotado que es mentiroso clasificarlo como “bravo”.
Los aficionados justifican el acto denominándolo una "tradición", pero originalmente las fiestas de San Sebastián eran parte de las celebraciones del patrono durante el día 20 de Enero y consistían únicamente en algunos pocos actos festivos musicales y de entretenimiento que se realizaban en la Plaza Mayor de la ciudad luego de la misa conmemorativa en la Catedral. Se remontan a la época de la colonia, y contaba; sobre todo, con la participación de la feligresía de la Villa de San Cristóbal y sus alrededores. Durante el auge de la producción cafetalera en el siglo XIX y comienzos de siglo XX, la ciudad abre sus puertas a eventos de carácter comercial en la que se exhibían y comercializaban productos del resto de Venezuela y la vecina República de Colombia y es a finales del siglo XIX se comienzan a efectuar corridas de toros durante los días festivos.
La Tauromaquia es un evento horrendo. Los toros entran al ruedo y son agobiados por “humanos” que lo agotan corriendo a su alrededor y provocándole que se golpee. Cuando el animal está cansado y le falta el aire, se le acercan unos picadores, quienes montan sobre caballos cuyos ojos son vendados le clavan lanzas sobre su lomo. Y así el toro no podrá levantar su cabeza. Luego aparecen los banderilleros, encargados de distraer al toro e insertar más lanzas. Cuando “la bestia” se ha debilitado, estos “machos” corren alrededor del toro en círculos hasta que se marea y la persecución se detiene. Finalmente, aparece el matador y luego de embestir a animal moribundo, mata al toro con su espada. Tras la estocada final, un nuevo verdugo es llamado al ruedo para apuñalar hasta la muerte a un animal debilitado y entregado que sólo quiere “terminar con todo”, mientras el matador le corta oreja y rabo como trofeo, para después amarrar sus cuernos y arrastrarlo fuera del ruedo.
La única manera de acabar con esta horrenda tradición es dejando de asistir a estos eventos. Por esta razón, un grupo de activistas de AnimaNaturalis de Venezuela acudieron, el pasado 21 de enero de 2006 a la Plaza Monumental de Pueblo Nuevo de San Cristóbal, con la finalidad de crear conciencia en la población de no entrar al mencionado recinto. Durante 4 horas, y postrados frente a las taquillas, se gritaron consignas y se divulgó información sobre el verdadero rostro de la tauromaquia.
La lucha continúa, si bien mucha gente tomó la decisión de devolverse al entender la barbarie, es necesario que esto acabe de una vez por todas. Donde exista un animal maltratado, allí estará AnimaNaturalis, gritando por los que no tienen voz.
Roger Pacheco Eslava
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2 comentarios:
Hay una nueva campaña antitaurina que parece muy buena, la dirección la puedes encontrar en:
www.antitaurinos.wordpress.com
Un abrazote.
Muy buenos Días Antitaurinos...
Hé publicado un Grupo en Facebook... y aqui les dejo el Link:
http://www.facebook.com/home.php?#/group.php?gid=42906474734
Seamos uno mas ! Protegiendo a estos Animales...! La gente disfruta viendolos sufris ... cuando no nos han echo nada...!
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