Hasta 2007 Valencia, la tercera ciudad más grande de Venezuela, era una de las ciudades más taurinas del país. Para empezar, tenia la segunda plaza de toros más grande de Latinoamérica tras la infame plaza de toros de Ciudad de México, pero también tenia un alcalde muy taurino (Francisco "Paco" Cabrera) que aseguró que cada año muchos subsidios de la administración local acabaran pagando por corridas de toros, especialmente durante las fiestas de la Virgen del Socorro.
Sin embargo, cuando Jordi Casamitjana, el Coordinador de Campañas de CAS Internacional, visitó la región en diciembre del 2008 por invitación del grupo de protección animal local ASOGUAU, se encontró, para su sorpresa, un panorama completamente diferente. Se enteró de que él había sido invitado al plenario del Concejo Municipal de Valencia para dar una presentación acerca de la abolición de la tauromaquia. ¿Por qué un Gobierno local que cada año da dinero en abundancia a la industria taurina quiere saber sobre la abolición del toreo en el mundo? Bien, porque tal gobierno había experimentado un cambio radical. El Alcalde taurino había dejado su puesto, y con él muchos de sus proyectos favoritos parecen que se iban a ir también. El Concejo estaba ocupado corrigiendo algunas de las cosas que el Alcalde había hecho, como el escudo de la ciudad que, sorprendentemente en el país claramente 'republicano' que Venezuela hoy es, Don Cabrera había modificado adicionando una corona representando algún antiguo reino español.
Jordi llegó al ayuntamiento y pudo ver como el escudo ya tenia la corona cubierta, y esto solo unos días después de que el Alcalde había dejado su cargo. Esa era una buena señal. Después de varias reuniones el salón donde todo el Consejo se reúne a deliberar ya estaba listo, pero se requirió casi una hora para iniciar la presentación, ya que el salón estaba lleno de periodistas, y muchos querían sus entrevistas primero.
Finalmente la presentación fue en camino, y el interés de los concejales era evidente. Uno después de que otro intervinieron al final delante de las cámaras haciendo comentarios generalmente en contra de las corridas y incluso algunos proponiendo que el concejo debería estudiar la posibilidad de que Valencia se declarara ciudad antitaurina, como el pueblo en Carrizal había hecho, históricamente, algunos meses atrás. Ningún concejal se atrevió a defender las corridas de toros públicamente, incluso aquellos que claramente estaban a su favor.
Al final Jordi dejó la sala prometiendo enviarles ejemplos de otras declaraciones hechas por otras ciudades, para que las pueden estudiar en más detalle… y algunas horas más tarde él ya hablaba con alcaldes de otras municipalidades cercanas, quien también parecían interesado en la idea.
Al día siguiente las radios locales hablaban acerca del acontecimiento, y la mayor parte de ellas parecían excitadas con la idea de deshacerse de las corridas de toros. Y, por supuesto, los periodistas que estaban allí terminaron publicando sus artículos, como el caso de el periódico nacional "La Calle".
De ser una de las ciudades más taurinas a considerar la posibilidad de declararse ciudad antitaurina, simplemente en un par de años; uno no puede encontrar un ejemplo más satisfactorio de 'giro'.
Fuente: CAS
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