7.27.2009

Apuntillado en plena calle

Diario de Navarra. CARASUSÁN/MANRIQUE/UBAGO . TUDELA Lunes, 27 de julio de 2009

- Un toro de Torrealta tuvo que ser sacrificado tras sufrir un colapso y permanecer postrado sobre el asfalto durante más de 15 minutos

- El morlaco fue apuntillado ante la mirada de las decenas de mozos y espectadores que rodearon al animal

Ni Hitchcock, Spielberg y Tarantino juntos podían haber ideado dos encierros tan extraños como los vividos hasta ahora en Tudela. El primer día, un toro demasiado tozudo fue devuelvo al corral. Ayer, otro morlaco fue el protagonista, pero éste no tuvo tanta suerte y murió apuntillado en plena avenida de Zaragoza tras sufrir un colapso y quedar inmóvil sobre el asfalto durante 15 eternos minutos.


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CARASUSÁN. El toro de Torrealta "Abrileñito", sobre el asfalto de la avenida de Zaragoza ante la mirada de decenas de mozos, pastores y espectadores.

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El toro de Torrealta "Abrileñito" es apuntillado sobre el asfalto de la avenida de Zaragoza ante la mirada de decenas de mozos, pastores y espectadores. CARASUSÁN

El animal, de nombre Abrileñito, partió junto a sus cinco hermanos de los corrales de la calle Frauca, pero su carrera no era igual que la del resto. Los pastores que escoltaron a las reses se percataron de que algo raro le pasaba.

El problema se acentuó en la cuesta de Baquero Jacoste. Abrileñito quedó rezagado y chocó contra la curva de acceso a la avenida de Zaragoza. El toro, desorientado, se volvió hacia los mozos, quienes lograron reconducirlo. Pero su carrera no iba a durar mucho más. El morlaco cubrió los primeros cinco metros de la avenida de Zaragoza y se desplomó en la parte izquierda del recorrido.

El toro, arrodillado, no hacía ademán de levantarse ni respondía a los envites de mozos y pastores. Conforme pasaban los minutos, quedó claro que el animal ya no se iba a levantar con vida.

La escena fue muy triste. El toro agonizaba ante decenas de miradas. La casta que sólo estos animales tienen le sirvió para mantener erguida su imponente cabeza durante sus últimos 15 minutos de vida. Cuando las fuerzas le abandonaron, los pastores movieron al morlaco para facilitar su apuntillamiento. Una máquina elevadora retiró su cuerpo, que fue sometido a diversas pruebas para determinar las causas de su desplome.

En el bando de los mozos tan sólo se registró un herido. Se trató de L.G.F., de 43 años y vecino de Cascante, quien sufrió una luxación en el codo izquierdo.

Opiniones sobre lo sucedido

El empresario de la plaza, Pablo Martínez, "Chopera", estuvo a pie de calle en todo momento junto al toro de Torrealta. Su cara lo decía todo. "Son gajes del oficio. No se podía hacer otra cosa. Por lo que se ve, ya venía renqueante, se ha dado un golpe y ha caído", señalaba.

Mal rato pasó también Juan Carlos Quevedo Ruiz, doblador en la plaza y encargado de dar la puntilla definitiva al toro, aunque previamente también lo intentó otro compañero. "Son cosas que pasan. Es una lástima que tenga que morir un toro de esta forma, pero lo mejor era hacerlo para que no sufriera", añadió.

Por otro lado, uno de los pastores, el tudelano Víctor Ostiz Aguirre, aseguró que habían notado algo raro en el toro. "En la subida tenía problemas y ha caído redondo", dijo.


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