El estrés al que se somete a los animales y el intenso sufrimiento que se les provoca al obligarles a correr en un entorno tan antinatural y desconocido para ellos, los convierte en un peligro para los participantes, hecho que el consistorio no ha valorado pese a las múltiples protestas antitaurinas que cada año se realizan en Pamplona.
Con la 'tradición' como excusa, se mantienen unos festejos de un alto riesgo para los participantes, suponiendo además un acto de crueldad hacia los animales. Todo ello por intereses meramente económicos, dada la importante fuente de ingresos que esta celebración supone para la ciudad.
Desde el PACMA se recuerda que según la última encuesta Gallup del año 2006, el 72% de los españoles no tiene ningún interés en las corridas de toros. «Proponemos basar nuestros festejos populares en tradiciones edificantes y constructivas que no perjudiquen a los animales ni provoquen muertes tanto de personas como de animale»', comenta Silvia Barquero, Portavoz del Partido.
El Partido Antitaurino cuenta con el respaldo de 45.000 votantes en las últimas elecciones europeas, convirtiéndose en la octava fuerza más votada. En nuestro país se está dando una creciente sensibilidad hacia los animales, que se refleja en el hecho de que 45.000 personas hayan decidido dar su apoyo a un partido que trabaja únicamente para acabar con las corridas de toros.
«Ya es hora de que las administraciones tomen nota de las reivindicaciones de los ciudadanos. Si así fuera, este desagradable suceso no hubiera tenido lugar».
Tragedia en los Sanfermines
«Si no se hiciera correr a los toros, ninguna persona moriría»
La muerte de un hombre de 27 años ayer en los sanfermines reabre la polémica sobre las fiestas taurinas populares- Por: Ivannia Salazar 10/7/2009 para lavozdegalicia.es
Pero Daniel, nacido en Alcalá de Henares (Madrid), y acostumbrado a sortear con éxito este riesgo, llegó el viernes con su novia a Pamplona. La tierra de su padre y de sus abuelos, con quienes por estas fechas pasaba todos los años unos días de vacaciones. Fuentes del Ejecutivo foral explicaron que Daniel era aficionado a los toros desde pequeño, y que su padre también fue corredor. Era una tradición arraigada en su familia.
Lo que Daniel tampoco sabía era que su muerte iba a reavivar la polémica alrededor de estos encierros y de las fiestas populares taurinas en general. Silvia Barquero, portavoz del Partido Antitaurino Pacma, señaló ayer a La Voz que «está claro que estas tradiciones conllevan desgracias tanto para los animales como para las personas», y aseguró: «Tendríamos que reconsiderar cómo estamos disfrutando de las fiestas», al tiempo que hizo un llamamiento a que se acabe con el sufrimiento animal. «Estos toros han sido sacados de su entorno natural, y sometidos a tanto estrés que se convierten en un peligro». En un comunicado enviado ayer, el Pacma además responsabiliza al consistorio de la muerte del corredor, ya que «con la tradición como excusa, se mantienen unos festejos de un alto riesgo para los participantes y que constituyen un acto de crueldad hacia los animales», dice el documento.
En contra
Barquero añadió que según la encuesta del 2008 del Instituto Opina, «el 82% de los españoles se oponen a las corridas de toros». Sin embargo, Ana Pérez, redactora de un portal protaurino cuyo nombre quiso mantener en el anonimato, considera que no es así. «Estas son tradiciones muy arraigadas y con muchos seguidores». Para Pérez, si se suspendieran las fiestas con toros, «la razas típicas de la cabaña brava pasarían a estar en peligro de extinción, y esa es una riqueza ganadera que solo existe en España y que vive de las tradiciones». Considera que la muerte de una persona «no es razón para oponerse a ellas».
Lo único en lo que coinciden protaurinos y antitaurinos es en que la elección de participar en los encierros es totalmente voluntaria, aunque lo matizan de una forma distinta: «Lamentamos la muerte del joven, pero él decidió meterse en el encierro, mientras que el toro no», dijo Aída Gascón, coordinadora de activistas de la organización Anima Naturalis, que aboga por la implantación de festejos sin maltrato a los animales, mientras que Pérez aclaró que al ser un acto voluntario «los participantes saben el riesgo al que se enfrentan».
Gascón explicó a La Voz que en este caso «no se trata solo de una muerte, sino de seis, porque esos toros son asesinados después en la plaza. Y todas esas muertes son igual de injustas e innecesarias». Gascón fue además tajante al aclarar que «no estamos discutiendo sobre si la vida de un toro es equiparable a la de un ser humano, lo que decimos es que si no se hiciera correr a los toros, ninguna persona moriría».
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